Tips para una buena rutina facial en casa
Inesbe
Medicina Estética
Tabla de contenidos
Que la piel tiene memoria es una verdad universal, por eso, debemos prestarle especial atención. Normalmente, vamos a cara descubierta, con independencia de la estación en la que nos encontramos, por lo que a lo largo de la jornada vamos acumulando polución que tapona los poros, favoreciendo la proliferación de microorganismos que hacen que aparezcan esos antiestéticos comedones y puntos negros.
Y es que la base de una piel sana y bonita es una adecuada limpieza y rutina facial, que debemos empezar en casa. Sabemos que hay veces en las que nos cuesta más, esas noches en las que llegamos tarde a casa y solo queremos meternos en la cama. Pero sí, también en esas ocasiones, debemos limpiar nuestro rostro. Así, que ¡deja la pereza y sigue nuestros tips para una correcta higiene facial en casa!
El orden de los productos, sí varía el resultado final
Imagínate frente al espejo, preguntándote qué se aplica primero si el sérum o la hidratante, la crema o el protector solar. Aunque es verdad que modificar el protocolo de aplicación de los cosméticos no producirá daños en la piel, al hacerlo estaremos mermando su efectividad y, por consiguiente, perdiendo dinero.
Como regla general, grábate este principio: “de menos a más”; así, los productos deben aplicarse de menor a mayor densidad. ¿Por qué? Pues por la sencilla razón de que los cosméticos más densos como las cremas o los bálsamos no permitirán que los ligeros (tónicos, sérums) penetren en la epidermis.
Un producto para cada tipo de piel
Es importantísimo saber cuál es tu tipo de piel para adquirir los productos que mejor se adapten a ella y, sobre todo, que no te produzcan ninguna alteración fisiológica en ella.
Suena bien compartir cosméticos con tu hermana o comprar aquel limpiador que te recomendó tu mejor amiga, pero debes saber que si tu piel es grasa debes usar geles con textura jabonosa, mientras que, si tienes un cutis normal, puedes optar por el agua micelar y las leches limpiadoras.
La compra de un limpiador u otro puede resultar un gran dilema, pues debes elegir uno que no resulte demasiado agresivo con las células sanas y los aceites propios de la piel, ni muy suave, pues provocaría irritación en el rostro al tener que friccionar varias veces.
Aclarar con abundante agua y secar suavemente la piel
Los productos para la higiene de la piel tienen como función desechar la suciedad provocada por el polvo, la contaminación ambiental, el sudor y los restos de cosméticos, entre otros; así como eliminar las células muertas de nuestra piel, respetando su característica función barrera.
No se trata solo de higienizar nuestra piel, sino de prepararla para la aplicación posterior de la crema hidratante o el maquillaje. Aunque la limpieza facial de la mañana suele ser más superficial que la de la noche, pues solamente tendremos que eliminar las impurezas y residuos del sérum nocturno, es vital que sigamos esta rutina facial dos veces al día.
Prestar especial atención al contorno de ojos y labios
Se trata de zonas especialmente delicadas, áreas donde la piel es más fina y sensible, por lo que requieren de productos específicos que no generen irritaciones. Además, debemos tener en cuenta que en estas zonas son en las que primero proliferan las arrugas y líneas de expresión, así que requieren un mimo especial.
Un pequeño truco es aplicar una pequeña cantidad del contorno de ojos a toquecitos desde el interior hacia el exterior, desde el lacrimal hasta las patas de gallo, para potenciar la absorción del producto y la circulación sanguínea. ¡Recuerda no limitarte solo a la zona de las ojeras!
No renuncies al sérum
Tras el tónico, que ayuda a restablecer el pH dotando al cutis de frescura y luminosidad, llega el turno del sérum, un concentrado de potentes activos que penetran en las capas más profundas de la piel; además, cuenta con un alto potencial reafirmante, siendo capaz de enmendar los signos visibles de la edad.
Se aplica antes de la crema hidratante, tanto de día como de noche. Aunque si vas con prisas y solamente vas a usarlo una vez al día, elige la rutina nocturna, pues es durante las horas de sueño cuando se produce la regeneración celular.
Hidrata tu piel
Sea cual sea tu tipo de piel, debes saber que puede sufrir deshidratación, por eso debemos hidratarla a diario. Este pequeño paso de tu rutina facial aportará grandes beneficios a tu rostro como la eliminación de líquidos, la prevención en la aparición de imperfecciones, y lo más importante, dotará a tu piel de un brillo natural inigualable.
¿Cómo hidratar tu piel? Hazte con un rodillo de jade, será tu mejor aliado, ya que además de favorecer que la piel asimile los principios activos de la hidratante, cuenta con altas cualidades detox, mejorando notablemente la textura de la piel. Y es que por algo es la piedra favorita en China.
No olvides la protección solar
La radiación solar es la principal causa del envejecimiento prematuro de la piel, así como de la aparición de manchas y arrugas. Prevenirlo es una buena razón para utilizar fotoprotectores durante todo el año, y sí, también en invierno.
Durante los meses más cálidos, el factor de protección debe estar entre el 30 y el 50. La protección solar se aplica después de la crema hidratante y antes de la prebase o base de maquillaje.
Exfolia tu cara una vez por semana
Además de la higiene e hidratación diaria, recomendamos exfoliar la piel una vez a la semana con el fin de destruir las células muertas, así como el empleo de una mascarilla facial adecuada a tu tipo de piel para darle un plus de hidratación. Recuerda no aplicarla en la zona del contorno de ojos.
Asimismo, acude con asiduidad al centro de belleza para que un profesional de la estética te realice una limpieza en profundidad, totalmente personalizada, tanto en lo que a las técnicas como a los productos se refiere.
Ahora que ya conoces nuestros tips de cuidado facial, piensa en las consecuencias de no llevar a cabo un buen desmaquillado, aun llegando de una fiesta:
Proliferación de manifestaciones de acné e imperfecciones de la piel.
- Posibles alergias o dermatitis.
- Picor e irritación ocular por los desechos de cosméticos que se introducen en el interior del globo ocular, llegando a producir conjuntivitis u otros problemas de mayor gravedad.
- Debilitamiento de pestañas y párpados resecos.
- Grietas en los labios al no eliminarse adecuadamente el labial.
- Rostro opaco, con apariencia deshidratada.
Ten en cuenta que, todas las rutinas beauty funcionan si se practican de manera regular, pues solo siendo constantes alcanzaremos a ver sus efectos.