¿Cuáles son las operaciones estéticas más demandadas?

Antes las operaciones estéticas eran cosa de celebrities, pero, en la actualidad, la cirugía plástica está al alcance de cualquiera. Es más, España encabeza el ranking mundial de países que más operaciones estéticas realiza, concretamente se sitúa en el quinto puesto. Un mercado en el que los hombres se van, poco a poco, incorporando.

Cada vez son más las personas que deciden pasar por el quirófano motivadas por cuestiones estéticas, convirtiéndose hoy día en una especialidad en auge. Cuidamos más nuestro aspecto físico, deseamos vernos atractivos/as y nos decantamos por un estilo de vida más saludable. Somos más conscientes de las mejoras que podemos alcanzar con este tipo de intervenciones, no solo a nivel físico sino emocional y, por consiguiente, en nuestras relaciones laborales y/o personales. Queremos mirarnos al espejo y que nos guste lo que vemos. 

Entre los procedimientos quirúrgicos que triunfan en nuestro país se encuentran la mamoplastia o aumento de pecho, la blefaroplastia o cirugía de párpados, la liposucción, la rinoplastia o la otoplastia o cirugía de las orejas. ¿Quieres profundizar en cada una de ellas? ¡Atentas!

Aumento de pecho

Se trata de la “reina de las intervenciones”, ocupa el número uno de la lista de operaciones estéticas más solicitadas en España. No solo permite aumentar el tamaño y volumen de los pechos, sino que este procedimiento es capaz de mejorar la morfología y aspecto de la mama, pudiendo elevar un pecho caído a causa de la maternidad, por ejemplo, o de solucionar la pérdida de volumen que se produce tras cambios bruscos de peso. 

Según las necesidades y el resultado deseado, el profesional coloca un tipo u otro de implante, incluso, se puede utilizar el propio tejido graso de la paciente para completar el aumento. En términos generales, la intervención suele durar poco más de una hora, buscándose la naturalidad y la armonía corporal.

Blefaroplastia o cirugía de párpados

Esta cirugía plástica persigue el rejuvenecimiento del tercio superior del rostro, aportando frescura y juventud a la mirada. Se lleva a cabo quitando los excedentes de piel y grasa de ambos párpados. Es una de las operaciones más demandadas por el público femenino, ya que permite dar la forma deseada a los ojos, mejorar el aspecto de cara cansada o triste y evitar la flacidez en el área ocular; también puede realizarse para mejorar la visión.

Liposucción

La preocupación por el adelgazamiento sitúa a esta intervención entre las preferidas por los/las amantes de los retoques estéticos. Permite extraer el exceso de grasa localizada en zonas como los muslos, el abdomen, los brazos, la espalda, las caderas e, incluso, el cuello. Es una cirugía asistida por succión que consigue la remodelación del cuerpo, aunque los resultados van a depender del cirujano y del historial clínico de cada paciente. Las cicatrices son poco apreciables, ya que se introducen finas cánulas. 

Rinoplastia

La rinoplastia tiene el poder de mejorar el aspecto del rostro; los resultados de este procedimiento suelen ser óptimos, cambiando positivamente la forma y la proporción de la nariz, así como mejorando su capacidad de funcionamiento en el caso de que el paciente se someta a esta intervención tras una fractura o desviación, o por la incapacidad de respirar correctamente. La complejidad de esta operación está en que no solo importa el componente estético sino la funcionalidad de la nariz. 

Otoplastia o cirugía de las orejas

A diferencia de otras cirugías, la otoplastia puede llevarse a cabo a partir de los 6 años, por lo que es un procedimiento muy común en ambos sexos. Su finalidad es modificar la forma y/o posición de las orejas: plegarlas para lograr una forma armónica respecto al conjunto del óvalo facial. La otoplastia permite acabar con las orejas muy separadas o las llamadas “orejas de soplillo”.

Si hacemos una distinción entre hombres y mujeres, los varones se decantan por la liposucción, mientras que las mujeres demandan el aumento de pecho. Si bien, el objetivo de ambos es alcanzar un resultado óptimo y natural, mejorar sin que suponga un cambio radical, sin que se note en exceso. Y es ahí donde radica la buena praxis del especialista en Medicina Estética y de sus auxiliares de quirófano.