Un peeling para cada piel: los 7 productos más utilizados

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Medicina Estética

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El peeling facial es uno de los procedimientos estéticos más solicitados en la actualidad, posicionándose como uno de los tratamientos más populares por su sencillez y los óptimos resultados que consigue en lo que al rejuvenecimiento de la piel se refiere. Asimismo, el peeling es capaz de disimular y reducir las imperfecciones de la piel como el acné, las cicatrices o las manchas causadas por el sol, entre otras.

El peeling consigue mejorar notablemente el aspecto de la piel y contribuye a obtener mejores resultados de cara a otros tratamientos faciales. Pero ¿en qué consiste? Se trata de una exfoliación química, en vez de mecánica, que elimina las células muertas de las capas externas de la piel.

Este tipo de agresión moderada del cutis se realiza mediante la aplicación de sustancias ácidas, cuya elección va a depender del tipo de piel de cada cliente/a y de las necesidades específicas de cada rostro, siendo de vital importancia la recomendación profesional de la esteticista. En función del problema a tratar, se accederá a un nivel de profundidad u a otro. ¿Qué tipos de peelings existen? ¡Te los detallamos a continuación!

Clasificación en función de la profundidad de absorción

Como ya hemos visto, antes de someterse a este tratamiento, es fundamental que la profesional sepa aconsejar sobre cuándo hacerse un peeling y qué tipo elegir de acuerdo al estado de la piel de cada cliente/a. Hoy día, existen tres tipos de exfoliaciones en función del grado de profundidad de absorción de los ácidos, es decir, del estrato cutáneo en el que actúen. Así, podemos encontrarnos con:

  • Peeling químico superficial. Es el más suave, el menos agresivo, por lo que el tiempo de recuperación es rápido (entre 1 y 7 días). Suele usarse para tratar pequeñas arrugas, problemas de acné, sequedad cutánea y tonos desiguales de la piel. Puede realizarse una vez por semana durante un período de mes y medio.
  • Peeling químico medio. Llega hasta las células de la capa media de la piel, por lo que es el elegido para abordar arrugas, marcas y cicatrices del acné, así como las desigualdades en el tono. Se trata de una exfoliación más intensa, recomendándose solo uno o dos tratamientos al año, con un espacio de seis meses entre éstos. El tiempo de recuperación va a depender de la concentración del ácido utilizado, aunque en todos los casos la protección solar, como mínimo de una semana, va a ser fundamental.
  • Peeling químico profundo. Consigue eliminar las células muertas del estrato inferior de la dermis, por lo que es mucho más fuerte. Con frecuencia, la piel pierde su pigmentación de forma temporal, por lo que es importante protegerse del sol durante al menos dos semanas. Sirve para tratar arrugas profundas, cicatrices pronunciadas o células que pueden desencadenar problemas graves de salud. 

Los 7 productos más usados

Peelings enzimáticos

Son ideales para pieles sensibles por su suavidad. Proceden de las frutas y no suelen utilizar ácidos, a menos que se combinen con ellos. No precisan recuperación. 

Ácido láctico

Ayuda a aumentar la firmeza y la hidratación de la piel del rostro, siendo el más adecuado para las pieles secas. Se utiliza en las exfoliaciones suaves, dejando el cutis suave, luminoso y libre de manchas oscuras. No requiere tiempo de recuperación.

Ácido Glicólico

Es el más popular por su efectividad y efectos adversos mínimos; el tamaño diminuto de la molécula permite una penetración mayor, por lo que su intensidad es algo mayor que el anterior. Sirva para sanear los poros, terminar con los puntos negros y tratar manchas oscuras, decoloración y acné; así como para suavizar arrugas y el aspecto áspero de la piel. No suele necesitar recuperación, a menos que la concentración haya sido muy elevada. 

Ácido mandélico

Procede del extracto de almendras amargas. El ácido mandélico es altamente efectivo en hiperpigmentaciones, arrugas poco profundas y problemas de acné. Es suave, por lo que no necesita recuperación. 

Ácido salicílico

Posee propiedades queratolíticas, por lo que es el adecuado para el abordaje de las patologías de descamación de la piel (caspa, dermatitis seborreica, psoriasis, acné…). Sigue considerándose suave, aunque más intenso que los ácidos anteriores. Es importante no usarlo en clientes/as alérgicos/as a la aspirina.

Ácido tricloroacético

Es de intensidad media, precisa un mínimo de 7 días de recuperación y es habitual experimentar algo de dolor durante el tratamiento. Sus indicaciones son variadas, pero, en términos generales, se utiliza para tratar pequeñas arrugas, manchas y lesiones dermatológicas, así como para disimular estrías, secuelas del acné, cicatrices, marcas de injertos o quemaduras

Fenol

Su alta intensidad hace que solo esté recomendado para los fototipos más claros. Al ser tan fuerte, precisa de anestesia local y medicación contra el dolor posterior al tratamiento, por lo que el tiempo de recuperación se sitúa en torno al mes. Después del procedimiento, la zona tratada se enrojece e inflama. El proceso de cicatrización supone la formación de costras, que se vuelven marrones y terminan desprendiéndose. Es común que la tonalidad rojiza de la piel dure hasta tres meses. 

La exfoliación fenólica es de gran utilidad en arrugas profundas, laxitud cutánea, pecas, decoloraciones y manchas fruto de un fotodaño intenso; asimismo, se obtienen óptimos resultados en el tratamiento de cicatrices de acné severo y en los post operatorios del lifting, mejorando notablemente la calidad de la piel, que adquiere un aspecto de porcelana. 

A pesar de ser muy demandados, los peelings no son inofensivos, por lo que su aplicación debe ser realizada por un profesional.