Cómo afecta el pH del cabello al resultado de la coloración

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El conocimiento del pH del cabello es esencial en cualquier tratamiento capilar, especialmente cuando se trata de coloración. Este parámetro, que mide la acidez o alcalinidad, juega un papel decisivo en la eficacia de los tintes y la salud de la fibra capilar. Entenderlo es fundamental para todo profesional que desee ofrecer un servicio de calidad, personalizado y seguro.

A continuación, te explicamos de forma detallada cómo influye el pH en el cabello, en qué punto interviene durante el proceso de coloración, y cómo ajustar los tratamientos para lograr un resultado profesional, sin comprometer la integridad de la melena.

¿Qué es el pH del cabello?

El pH (potencial de hidrógeno) es una escala que va del 0 al 14, donde 7 representa la neutralidad. Valores por debajo indican acidez, y por encima, alcalinidad. El pH del cabello natural se sitúa entre 4.5 y 5.5, lo que lo convierte en ligeramente ácido. Esta acidez es clave para mantener la cutícula cerrada, el brillo natural y una barrera protectora frente a factores externos como la contaminación o los productos químicos.

Cuando este equilibrio se altera, ya sea por tratamientos agresivos, champús alcalinos o procesos térmicos, el cabello se vuelve más vulnerable, propenso a la rotura, resequedad y pérdida de color.

Fisiología del cabello y su relación con el pH

Capas del cabello

El cabello está compuesto por tres capas:

  • Cutícula: la más externa, formada por células en forma de escamas superpuestas. Protege las capas internas.
  • Córtex: aquí se encuentra la melanina (color natural) y las cadenas de queratina. Es la parte que absorbe los pigmentos durante la coloración.
  • Médula: centro del cabello, con funciones menos definidas.

El pH actúa especialmente en la cutícula. Un ambiente ácido mantiene las escamas cerradas; uno alcalino las abre, permitiendo el ingreso de colorantes o tratamientos.

¿Cómo influye el pH del cabello en la coloración?

Preparación del cabello

Antes de aplicar el tinte, es común usar productos que eleven el pH para abrir la cutícula y facilitar la penetración de pigmentos. Si el pH del cabello ya está alterado o sensibilizado, la cutícula podría estar permanentemente abierta, dificultando un resultado uniforme y duradero.

Durante la coloración

La mayoría de los tintes permanentes tienen un pH entre 9 y 10. Esto asegura que las escamas se abran y los pigmentos artificiales lleguen al córtex. Sin embargo, una exposición prolongada a estos niveles puede deshidratar el cabello y debilitar su estructura.

Sellado posterior

Una vez aplicado el tinte, es clave utilizar productos con pH ácido para volver a cerrar la cutícula. Esto no solo ayuda a retener el color, sino que también restaura el equilibrio natural del cuero cabelludo y evita irritaciones.

Consecuencias de ignorar el pH en tratamientos de color

  • Color desigual: Si el cabello tiene un pH desequilibrado en algunas zonas, el tinte puede actuar de forma irregular.
  • Mayor sensibilidad: Un pH muy alcalino deja el cabello expuesto a la acción de agentes externos.
  • Desgaste prematuro del color: Cuando la cutícula queda abierta tras el tinte, los pigmentos se eliminan más rápido con los lavados.
  • Cabello quebradizo: La alteración constante del pH degrada la fibra capilar y provoca puntas abiertas.

Cómo medir y controlar el pH del cabello

  • Uso de tiras reactivas. Algunos profesionales utilizan tiras medidoras para evaluar el pH de productos o del propio cabello (mediante una muestra de agua de enjuague).
  • Análisis capilar previo. Una valoración con microcámara o anamnesis ayuda a detectar signos de desequilibrio: resequedad, porosidad, falta de brillo o elasticidad.
  • Selección adecuada de productos. Utiliza champús, mascarillas y acondicionadores con pH ajustado (entre 4 y 6) antes y después de la coloración.

Productos específicos que ayudan a equilibrar el pH

  • Champús acidificantes: equilibran el pH tras tratamientos químicos.
  • Mascarillas con queratina y ceramidas: reparan y sellan la cutícula.
  • Selladores capilares: estabilizan el pH del cabello y fijan el color.
  • Ampollas post-coloración: actúan como reguladores inmediatos tras el tinte.

Recomendaciones para profesionales de la coloración

Para obtener resultados óptimos en los servicios de coloración, es indispensable que los profesionales conozcan y apliquen criterios técnicos basados en el equilibrio del pH del cabello. A continuación, te ofrecemos una serie de pautas fundamentales que todo colorista debería integrar en su práctica diaria:

1. Realiza un diagnóstico capilar previo

Antes de aplicar cualquier producto, es imprescindible hacer una evaluación del estado del cabello y cuero cabelludo. Esto incluye identificar si el pH está alterado debido a factores como tratamientos químicos anteriores, exceso de calor, productos agresivos o desequilibrios del cuero cabelludo. Un cabello alcalino o excesivamente ácido puede alterar la penetración y fijación del tinte.

2. Utiliza productos específicos para estabilizar el pH

Muchos tintes y decolorantes abren la cutícula con un pH elevado para facilitar la entrada del pigmento, pero es igual de importante cerrarla posteriormente para evitar pérdida de color y daños estructurales. Usa champús y tratamientos post-coloración que ayuden a restaurar el pH natural del cabello (aproximadamente 4.5–5.5) y sellar la fibra capilar.

3. No subestimes el poder del enjuague final

Después de la coloración, el enjuague no solo elimina los residuos, también ayuda a equilibrar el pH. Recomendamos aplicar un acondicionador acidificante o tratamientos específicos con pH bajo para neutralizar los efectos alcalinos del tinte. Esto mejora el brillo, la durabilidad del color y la salud general del cabello.

4. Evita combinar productos sin conocer su pH

Mezclar productos de diferentes marcas o propósitos (por ejemplo, decolorantes con tintes de diferentes laboratorios) puede generar incompatibilidades en el pH y provocar reacciones inesperadas, como coloraciones no deseadas o daños. Siempre revisa las fichas técnicas y asegúrate de que los productos sean compatibles y respeten el equilibrio ácido-base del cabello.

5. Aconseja rutinas de mantenimiento a tus clientes

Como profesional, parte de tu valor está en educar al cliente. Recomienda el uso de productos que respeten el pH fisiológico del cabello, como champús sin sulfatos, mascarillas restauradoras o sérums con activos acidificantes. Esto prolongará el efecto del color y contribuirá a la salud capilar.

6. Aprovecha el pH para corregir tonos

Comprender el pH también permite hacer correcciones de color más efectivas. Por ejemplo, aplicar un tratamiento acidificante antes de un matiz puede mejorar la adhesión del pigmento y neutralizar tonos indeseados. Esta técnica es especialmente útil en cabellos porosos, donde el color tiende a perder intensidad rápidamente.

7. Formación continua El estudio del pH del cabello forma parte de una base sólida en colorimetría, cosmetología y tricología. En un sector en constante evolución, mantenerse actualizado mediante formaciones especializadas es clave. En INESBE, te formamos con base en las últimas investigaciones y herramientas del sector, para que cada tratamiento se convierta en una experiencia profesional y segura.