¿Cuál es el salario de un tanatopractor?

Aunque la denominación profesional es Tanatoestética y Tanatopraxia, a menudo a la persona que desempeña este trabajo se le conoce como “maquillador o preparador de muertos”, aunque sus funciones van mucho más allá de esto.

La tanatoestética radica en arreglar estéticamente el cuerpo del difunto; se encarga de la disposición del fallecido en el ataúd, de su vestimenta, afeitado, peinado y maquillaje del difunto, pero también de poner en práctica las técnicas de conservación, aseado y reconstrucción del cuerpo sin vida. 

Asimismo, el tanatopractor tiene una importante misión ética y moral: la de ofrecer a los familiares y allegado una imagen del difunto natural y relajada, con independencia de si el féretro estará abierto o cerrado, para favorecer la despedida.

Este tipo de maquillaje difiere mucho del tradicional, ya que no se busca embellecer, al contrario, se pretende que se note lo menos posible; simplemente, tiene que camuflar las lesiones o marcas de enfermedades, así como los signos propios de la muerte, sin enmascarar en ningún caso aquellos rasgos o elementos propios de la persona, como los lunares o las pecas. 

La imagen de ese último adiós permanecerá en la memoria de los familiares para siempre, por lo que en ningún caso pueden percibir una imagen extraña de su ser querido. En este sentido, el profesional debe tener especial cuidado con la iluminación, el lugar de exposición del cadáver y sus condiciones, ya que estas premisas pueden condicionar el resultado final. 

Una profesión milenaria

Este trabajo se lleva realizando hace miles de años. A lo largo de la historia, distintas culturas y civilizaciones han desarrollado prácticas de embalsamiento de cadáveres por motivos diversos, puesto que la interpretación que se le ha dado a la muerte ha ido cambiando.

Por ejemplo, los egipcios tenían una ferviente creencia en la resurrección, por lo que la conservación del cuerpo se hacía con una finalidad de supervivencia en el más allá. Un ritual secreto y sagrado, al que dedicaban todo su esfuerzo, que comenzaba con la extracción del cerebro.

Un trabajo mucho más importante de lo que creemos

Se trata de una profesión de la que rara vez oímos hablar. Pero, por ello, no debemos restarle importancia, ya que el tanatopractor forma parte activa de una de las etapas más duras de cualquier persona: despedir a un ser querido, entrando en juego un importante componente psicológico. 

Además, si los procesos de embalsamiento se hacen de forma rigurosa, un cuerpo se puede conservar perfectamente en el tiempo. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en el cadáver de Vladimir Lenin (líder comunista y fundador de la Unión Soviética que falleció en 1924) y se encuentra expuesto en su mausoleo en la Plaza Roja de Moscú. 

¿Cuánto cobra un tanatopractor?

Aunque este trabajo no es para todo el mundo, ya que implica ser una persona que gestione favorablemente los temas relacionados con la muerte, sin impresionarse fácilmente ni ser demasiado sensible.

Sí es cierto que el sueldo de esta profesión está por encima de la media española, situándose en torno a los 1700-2000 euros mensuales. Es verdad que, como en cualquier otro ámbito, dependerá de la formación, la antigüedad que lleves en la empresa, el tamaño de la misma y el volumen de trabajo.

En este sentido, es de vital importancia la formación del tanatopractor que también deberá estar instruido en materia de prevención de enfermedades asociadas a microorganismos (bacterias, virus, parásitos y hongos) en el ámbito de la tanatopraxia, realizando una adecuada desinfección de las áreas de trabajo, superficies específicas e instrumental utilizado y, por supuesto, protegiéndose siempre con los equipos de protección individual (EPI). 

¿Cuáles son las salidas laborales de un profesional en Tanatoestética y Tanatopraxia?

Este tipo de formación cuenta con un amplio abanico de salidas laborales (incluso más que otros grados cursados en Universidad), entre las que se encuentra las siguientes:

• Funerarias.
• Tanatorios. 
• Hospitales públicos y privados. 
• Compañías aseguradoras.
• Cementerios.
• Centros de investigación forense. 
• Bancos de donaciones de órganos.
• Centros anatómicos-forenses.
• Organismos públicos sanitarios.
• Centros de investigación.