¿La depilación láser duele? Mito vs. Realidad
Inesbe
Depilación
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La depilación es el tratamiento estrella de cualquier centro de estética y es que cada vez más personas están al día de las últimas tendencias en depilación. Afortunadamente, las opciones son cada vez más numerosas, desde las más tradicionales, como la depilación con cera y la cuchilla, hasta las más novedosas, como el láser de diodo, que está triunfando en el universo “beauty”.
Durante las primeras décadas del siglo XX, la depilación femenina se impuso como un mandato, una imperiosa norma o necesidad, ya que el pelo en determinadas partes del cuerpo, como las piernas o las axilas, pasó a tener una connotación negativa, suscitando vergüenza, asco y animadversión.
Es entonces cuando las mujeres sienten que deben depilarse, que no cuentan con otra opción; coincidiendo con la proliferación de métodos depilatorios cada vez más eficaces y precisos que han visto la luz en los últimos cuarenta años, como la electrólisis, la luz pulsada y la tecnología láser de última generación.
Esto se une a una mayor preocupación de los hombres por el cuidado de su imagen y aspecto físico; una tendencia en auge que los ha llevado a ser consumidores de los más innovadores tratamientos estéticos y a preocuparse por eliminar el exceso de vello corporal.
Por tanto, hoy día y como ya ocurrió en épocas pasadas, la depilación no es solo cosa de mujeres. Ya en el Imperio Romano, la ausencia de pelo tenía matices positivos: se veía como una forma de mantener el cuerpo limpio y se relacionaba con las clases superiores siendo símbolo de suavidad y pureza.
A pesar de que la depilación láser ha revolucionado el panorama estético y ya para nadie es un misterio, no está exenta de falsas creencias sobre ella que generan desconfianza, miedos infundados y falsas expectativas en el cliente. A continuación, te desmontamos cinco mitos sobre el láser.
La depilación láser es un procedimiento doloroso
Se trata de una técnica suave y llevadera. Las sensaciones que produce se asemejan a un hormigueo o pequeño pellizco en la piel. Si bien, y como pasa siempre que hablamos de dolor, dependerá del umbral de cada cliente; aunque aun así continúa siendo más tolerable que otros métodos de arranque como la cera caliente.
También influirá la zona a depilar: las axilas y los genitales son áreas sensibles que concentran un mayor número de terminaciones nerviosas. La parte positiva es que estas zonas son pequeñas, por lo que las posibles molestias durarán poco.
El tipo de piel y el color del vello también serán factores determinantes. Un vello abundante y de pigmentación oscura, potenciará la intensidad del dolor; pero, como contrapartida, el tratamiento será más eficaz y se necesitarán menos sesiones.
Para mitigar esta sensación de malestar, los centros estéticos están incorporando sistemas que enfrían la zona de la piel donde actúa el láser, generando un efecto anestésico.
¿La depilación láser provoca cáncer?
Es un método seguro que elimina el vello no deseado sin dañar la piel.
Su funcionamiento está basado en la fototermólisis selectiva, que es capaz de destruir los folículos pilosos sin producir daños en las zonas vecinas.
Además, a día de hoy, no existe ninguna relación vinculante entre el cáncer y el uso del láser, puesto que la radiación no se acumula en el cuerpo, no teniendo efectos sobre la salud a corto, medio ni largo plazo. Aún más, es un método recomendado por dermatólogos para solventar afecciones cutáneas como la foliculitis.
No puedes someterte al láser si eres rubio/a
La clave está en ponerte en manos expertas, acudiendo a profesionales capaces de indicarte cuál es el tipo de láser más adecuado para ti. El sistema Alejandrita, por ejemplo, ha demostrado su eficacia en el pelo rubio.
Debido a su poca concentración de eumelanina, será necesario más calor y más sesiones. Por ello, es fundamental acudir a centros especializados que adecuen los parámetros del haz de luz a tu fototipo de piel y tipo de pelo, evitando quemaduras y otros efectos secundarios provocados por una exposición excesiva.
Debes presentarte a cada sesión con el vello largo
Este es uno de los mitos más extendidos. Es verdad que en la primera sesión es imprescindible acudir con suficiente vello para que los profesionales puedan evaluar sus características en cuando a color, extensión y grosor.
En las sesiones posteriores, podrás recortar el vello con una cuchilla, nunca con métodos de tracción como pinzas, cera o máquinas depilatorias, puesto que arrancan el pelo de raíz, evitando que el láser se integre profundamente en el folículo y disminuyendo considerablemente la eficacia del procedimiento.
Es una técnica de depilación definitiva
El término “definitivo” genera unas peligrosas falsas expectativas en el cliente, pues esto solo podría lograrse eliminándose los elementos vasculares que avivan la raíz del folículo del pelo. En la práctica, a pesar de que los intervalos sin aplicar la tecnología láser puedan considerarse “definitivos”, lo cierto es que el usuario debe contemplar siempre el mantenimiento como parte del tratamiento.
Se requieren entre 8 y 10 sesiones (realizadas con un intervalo de entre 30-45 días), dependiendo de las características de cada paciente y considerándose siempre unas dos sesiones al año de mantenimiento.
Aun así, si lo vemos en su totalidad, este método de depilación es más rentable que otros.